NARIÑO - VIAS
IPITIMES.COM /NEW YORK, 12 DE JULIO DE 2010
TUQUERRES, NARIÑO, COLOMBIA
LA INDOLENCIA TUQUERRES - PEDREGAL
Por Harold Wilson Montúfar Andrade - E-Mail: harold.montufar@gmail.com
Para: IPITIMES.COM /New York.
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Cada ocho días, máximo quince, tránsito por la vía Túquerres – Pedregal y siempre me acuerdo del señor Enrique Martínez Director Nacional de INVIAS, así como lo deben recordar la mayoría de dueños de vehículos y conductores de buses, busetas, taxis, aerovans, camiones de carga y también de motocicletas.
Todos quienes somos usuarios de esta importante vía, llevamos y tenemos muy presente al señor Martínez y a los abogados que trabajan en Bogota en la sede nacional de INVIAS.
No entiendo, por qué se deja pasar más de diez meses para generar una solución que debe ser inmediata. Por supuesto seguimos siendo un departamento de Periferia, en donde las decisiones urgentes del arreglo de una vía principal que es puerta de entrada a la costa pacifica y al centro-occidente de Nariño, se deja en los anaqueles de abogados o de indolentes, a quienes nada les interesa ni viven la realidad del sur.
Los alcaldes, dirigentes, políticos, transportadores, usuarios de la vía y en especial la comunidad de los sectores Santa Ana – Arrayanes, han intentado todas las formas de protesta posible. Realizaron un paro de ocho días, construyeron zanjas, colocaron piedras, llamaron a los políticos, se enfurecieron contra los alcaldes, pero ninguna resultó positiva.
Lo que si fue un claro positivo, fue la interlocución que realizaron sectores sociales y comunitarios con el director regional de INVIAS Nariño, el ingeniero José Fernando Viteri, quien se atrevió a gestionar la solución, logrando colocar los recursos perdidos y correspondientes del tramo en mención, en la nueva licitación cercana a 338 mil millones de pesos para el mantenimiento y mejoramiento de la transversal Tumaco – Mocoa, la que probablemente a mediados de agosto se contrate.
En este contexto, es preciso recordar ésta triste historia de indolencia. El problema consiste en que el Consorcio contratado se declaró en iliquidez, eso quiere decir que alcanzó ejecutar cerca de mil novecientos millones de pesos pero no los cerca de ocho mil doscientos millones del contrato, quedando en la vía nacional 10-02 el tramo kilómetro 105 – 110 en las peores condiciones que puede tener una vía.
Al declarar el siniestro, tomar el incumplimiento, aplicar las cláusulas penales y la ejecución de la garantía expedida por la compañía aseguradora, el tema pasó a ser eminentemente jurídico. Y ya de sobra conocemos que en nuestro país, los procesos jurídicos no respetan dolores ajenos, al menos cuando se trata de territorios de periferia. Porque diferente fuera el caso, si se tratara de una vía principal o de entrada a la costa en los departamentos del Valle, Antioquia, Bolívar, Atlántico o Magdalena. Allá los políticos y la dirigencia regional, si se hacen respetar.
El Presidente habló hace algunas semanas en Chachagui, que la vía Túquerres – Pedregal es el “corazón de Nariño”. Aunque hace 10 meses y hoy, el calificativo que se le puede dar, es el de la vía de la “vergüenza más grande de Nariño”, vergüenza de la que todos y todas debemos sonrojarnos.
Reflexión: No se puede seguir tratando a los nariñenses de esa manera: trato de tercera, con gran indolencia y sin reconocimiento de su importancia. Se debería ensayar una nueva forma de protesta: sembrar en cada hueco de la vía de herradura Túquerres – Pedregal una planta de amapola, para demostrar que “no mata la planta que mata”, sino que mata el hueco donde está sembrada.
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