POEMARIO No. V
IPITIMES.COM /NEW YORK, 21 DE JUNIO DE 2010
IPIALES, NARIÑO, COLOMBIAPor Julio César Chamorro
Para: IPITIMES.COM /New York.
Apreciados amigos: Por cuanto he tenido inmensas ocupaciones, entre ellas la presentación del proyecto de fundación de la Casa de Montalvo, Núcleo de Ipiales, acto al cual nos acompañaron personajes distinguiidos de Ecuador y Colombia, no he podido cumplir con esta cita poética de los viernes que tantas satisfacciones me ha dado. Pues, he recibido muchos correos de algunas partes de la redondez obscena del mundo y creo que atiné al pensar que esta es la mejor forma de comunicarnos a través de la palabra poética. A mi entrañable amigo el embajador Edwin Salas, le comento que por haber recibido tardíamente la invitación para ir a Quito al lanzamiento de la obra conmemorativa del Grupo Caminos, 50 años, no pude hacerlo, pero espero les haya ido bien y hayan tertuliado como solo los poetas y los intelectuales y los artistas saben hacerlo. Bueno, ahí les van estos poemas del viernes que espero les gusten y además, espero sus comentarios que aparecen en el IPI-BLOG de IPITIMES.COM que se edita en Nueva York por mi camarada Arturo Coral Folleco, a quien doy gracias por su interés.
RITMO DE CLEPSIDRA
Me he sentido atrapado
y sin remedio
en la iracundia constante
de tus ojos,
he llamado sin lograr que vengan
las bestias que se llevaron
tus orgasmos
impidiéndome que vuelva a ser feliz
sintiéndome amo, creador,
único hombre
listo a regar el vino de mi cuerpo
en la extensión de tus sedientos valles.
He cambalachado tus ausencias
por esperas,
tu antigua lujuria
por la paz del alma,
tus caricias por juegos solitarios,
y he oído canciones y poemas viejos
en el vientre de caracoles sordomudos
que se olvidaron del mar y su salitre.
Ya es hora de que vuelvas
a bendecir mis soledades con tus besos
o a maldecir el último minuto
en que te dejé ir
sin amenazas de matarme a sollozos.
Vuelve y encontrarás el tiempo antiguo
danzando al vaivén de una clepsidra
que aprendió en todos los océanos
a mascullar los minutos y las horas
entre una algarabía de coleópteros.
Ven urgente, ven voluptuosa,
o ven tímida y callada
a ver mi cuerpo
que de tanto extrañarte
se partió en melancolías
y es ahora
sólo un triste remedo de pasiones.
CONTRAVIA
La gente,
con espasmos ávidos de aire,
me saluda sin afanes
y no se da cuenta que mi urgencia
radica en la estatura del recuerdo
que dejaste fijo en mi memoria.
Eres mía pero no te tengo
porque mi destino
siempre me condujo
por la infausta contravía de tu historia.
SALSABALADA
Bate al ritmo del viento las caderas
y las manos lujuriosas le recorren el cuerpo
crecido a orillas de la virtud
y del sosiego,
como queriendo amarlo
haciéndolo más propio,
más de nadie.
Willy Colón ha dejado estacionada
su voz en la pasta de acetato
y una mueca se dibuja en su boca
adiestrada en el manejo de improperios.
La pista multicolor se queda sola,
me mira consternada t me pregunta
por qué me empeño
en escuchar baladas.
ARS AMATORIA CON BUHOS AL CANTO
Ya no hay lugar para escuchar embustes
ni pretextos mensuales de templanza
porque la noche apremia
para escuchar el chasquido de los cuerpos
tirados al desgaire en una cama.
Los buhos con sus ojos de insomnio
bendecirán con absurdos gorgoteos
la rítmica danza de los astros
que permiten la oscuridad
para que el hombre y la mujer se amen,
mientras ellos copulan con las ramas
de los árboles que los sostienen en el aire.
El día vendrá y su luz de estruendo
sólo encontrará cuerpos exhaustos,
bocas rojas de tanto estremecerse,
sexos en tregua
y buhos trasnochados.
KAFKIANO
Está bien, mi Don Franz,
mi señor Kafka,
que me haya despertado a sobresaltos
sobre el húmedo musgo
de mi alcoba.
Tengo prisa por salir
y cómo entonces
disfrazo este pico y estas alas
si así como Usted
me hice cuervo
y tengo que buscar maíz nocturno
para vivir de contravía a la esperanza.
UN PAIS
A: Rosalía Arteaga Serrano
Quiero un país para mis hijos
donde manos milenarias y alfareras
puedan construir con esperanza
sinfonías, ilusiones, tejer sueños,
hacer palomas de la paz en vieja arcilla
y batirse con el viento en libertad.
Un país sin oscuras circunstancias
donde en vez del imperio de la infamia
se pueda respirar el aire
sereno y reposado del día nuevo
poniendo el corazón de centinela.
Un país donde se palpe la ternura
en la luz de una pareja que se besa,
un país donde tus ojos bellos
sean mi dulce y única bandera.
ENLACES RELACIONADOS
-- Poemario por Julio César Chamorro. En IPI-BLOG AC-F subido por IPITIMES.COM
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